La positiva visita de AMLO a Sinaloa

Desde hace más de un mes el Presidente López Obrador debía una gira por Sinaloa, obligado a posponer por la muerte de su hermana y las inundaciones en Tabasco. Por fin pudo organizarse el recorrido la zona sur del estado y, al menos en esta visita presidencial, se dejó un muy buen sabor de boca entorno a 3 puntos principales:

1. La Presa Santa María.

2. El Programa Federal de apoyo a las escuelas denominado “La escuela es nuestra”.

3. La continuación de las carreteras que conectarán mejor las comunidades de nuestro estado.

Las últimas dos son políticas públicas de intervención nacional, por lo que ambos casos son ejemplos de lo que está sucediendo en el país y que algo bueno se aterrizó en nuestro estado. El caso del programa “La escuela es nuestra”, fue compartido desde El Lodazal, comunidad de San Ignacio, la cual nunca se había visitado por un Presidente de la República. Ahí, algunas madres de familia fueron parte del vídeo presidencial en el que hablaban del programa. 

El Presidente comentó que millones de pesos han sido entregados a escuelas públicas pero sin ser transferidos a las secretarías de educación de los estados ni a los municipios, ya que en el camino o no llegaban o incluso llegaban con moches. Por tal razón, es que pidió a las sociedades de padres y madres de familia que se organizaran para hacer transferencias directas que van desde los 200 mil hasta los 500 mil pesos, según el número de alumnos. 

Una vez hecha esa explicación, una de las madres expuso que construyeron baños dignos, pintaron las aulas, repararon mobiliario que estaba obsoleto y acondicionaron las áreas de recreo. Tan emocionada estuvo que la mujer estuvo al borde del llanto en más de una ocasión, contenta por explicar cómo habían cambiado las condiciones de su escuela en una comunidad que si bien está cerca de la cabecera de San Ignacio, se sentía olvidada por el Gobierno.

Posteriormente, llevó a cabo un evento el cual plantea conectar a San Ignacio con Tayoltita, Durango, conectando a decenas de comunidades en el camino y acortando las comunicaciones entre dos entidades vecinas. Habló que para el 2021 ya hay etiquetados cerca de 200 millones de pesos, que sumados al compromiso de otros 300 para el 2022, más los que ya se a avanzado y lo que el Gobierno del Estado pondrá, hablamos que cerca de 700 millones de pesos se habrán invertido. Sin dudas mejorará la calidad de vida de los cientos de habitantes que ahí viven.

El caso de la escuela me parece formidable pues sí promueve la participación ciudadana, al mismo tiempo que celebro el intento de comunicar mejor al país. Sin embargo, la joya de toda esa jornada de trabajo, se la llevó el evento realizado en la Presa Santa María, lugar en el que decidieron montar el templete en un túnel inmenso que logra dimensionar lo monumental de la obra. Según Ulises Milán, miembro del Comité Baluarte Presidio y Codesin Zona Sur, la presa en su conjunto traerá un empuje real a la calidad de vida de los municipios del sur de Sinaloa.

 De acuerdo al también miembro del USCADSIN, que es la Unión de Sociedades Cooperativas y Actividades Diversas de Sinaloa y Nayarit, el agua que ahí se almacenará le dará garantía del vital líquido a la zona de Mazatlán, El Rosario, Concordia y Escuinapa, que además será fuente para asegurar el riego de miles de hectáreas que se sumarían al ya de por sí alto nivel de producción agrícola de todo Sinaloa. 

De hecho, es por esto último que se desencadenaría una serie de inversiones privadas para hacer aún más dinámica la actividad agrícola. Por supuesto, se traduce en generación de empleos y mayor calidad de vida. No termina ahí, pues además se agrega el elemento turístico de Teacapán, Centro Integralmente Planeado, CIP – Playa Espíritu, el que ya cuenta con miles de hectáreas con infraestructura y que solo le hace falta poder gozar de suficiente agua para que las inversiones lleguen.

En conclusión, la Presa Santa María da gusto saber que por fin la están concluyendo y emociona saber cuánto bien estará generando para nuestro estado. Se debe también reconocer que, desde el principio, la Presa Santa María y Playa Espíritu son un proyecto dual que fueron aterrizados en el sexenio de Felipe Calderón, que comenzaron las obras, pero que al iniciar la administración de Enrique Peña Nieto, por ser de un Partido distinto, dejó en el olvido. 

Es muy positivo que el Presidente López Obrador lo impulse para bien de todos. Igual reconocimiento a todas las cooperativas que estuvieron impulsando y que no se rindieron, pese a ver decenas de funcionarios que no les interesaba o no lograron gestionar con eficiencia el proyecto.

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