Recién arrancado el actual sexenio, el Presidente López Obrador visitó Sinaloa como una de las primeras entidades que recorría ya en funciones. El Gobernador Quirino Ordaz lo sintió como un respaldo para Sinaloa y alzó uno de los vítores más recordados de su administración: ¡Con AMLO nos va a ir a toda madre!. Prácticamente han pasado dos años desde entonces y vale la pena preguntarnos si solo fue una expresión más o, si en los hechos, la Cuarta Transformación le está haciendo justicia a los sinaloenses.
Algunos de los puntos positivos está la ampliación de la cantidad de beneficiarios de los programas sociales, quienes pasan de cerca de medio millón de sinaloenses quienes ya recibían algún tipo de apoyo, se dio un salto hasta los 829 mil 084 que se les garantiza al menos uno de los programas sociales del gobierno a los que tienen derecho como está plasmado en la Constitución. Así, se llega directamente a las personas mediante transferencias como las becas Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, apoyos para personas con discapacidad, además del ya conocido y justo programa de apoyo al adulto mayor. Según el propio gobierno, esto contribuye a que el total de dinero ahora llegue directamente, “sin intermediarios”.
Respecto al dinero que va a llegar al Gobierno del Estado de Sinaloa para programas específicos que benefician a la sociedad en su conjunto, la situación es totalmente diferente. Según lo aprobado para el ejercicio del 2021, el presupuesto se desplomó en más de un 7%, lo que significan recortes de casi dos mil millones de pesos menos. De tener casi 50 mil millones de pesos de presupuesto, se cayó a cerca de 47 mil millones de pesos.
Por tal razón, el propio Gobernador ha dicho públicamente que “no hay lana”. Incluso, afirma que no tienen dinero para pagar la luz de algunos municipios y que vienen serios problemas para las policías que hasta sin equipo táctico podrán quedarse.
Lo anterior va en línea con lo que Juan Alfonso Mejía, Secretario de Educación Pública y Cultura de Sinaloa, ha dicho una y otra vez: el fin de las escuelas de tiempo completo depende del presupuesto federal y con el recorte miles de niños quedarán desamparados de la que era la única comida del día completa que tenían.
Sumado a lo anterior, la organización Save the Children está señalando que también están derrumbando la infraestructura ya hecha de comedores comunitarios, pues decenas cerrarán sus puertas y apenas un puñado seguirán operando para beneficio de las familias del campo. Estos son apenas algunos de los recortes previsibles para el 2021, pero si agregamos el cierre total del programa de Estancias Infantiles, hablamos que la niñez se le golpeó en programas ya estructurados.
Si nos trasladamos a seguridad pública, debe notarse que las cosas siguen empeorando. El tema de Ovidio Guzmán y aquel jueves negro del 2019 es apenas la punta del iceberg. En nuestras comunidades, se cuentan por miles los desplazados por pistoleros que lo mismo violan niñas, queman domicilios y matan hombres inocentes. Es verdad que la Guardia Nacional está haciendo un esfuerzo heroico por tener presencia más allá de la zona urbana de Culiacán, pero a falta de estrategia, cuando logran inhabilitar algún narcolaboratorio o aprehender unos cuantos delincuentes, decenas más son reclutados.
En términos de nueva infraestructura, el único rubro que mantendrá su construcción serán algunas de las carreteras y el presupuesto para, por fin, concluir la carretera que conectará a Sinaloa con Chihuahua vía Badiraguato – Parral. Así mismo, el interés de que se cristalice y finalice la Presa Santa María en el sur de Sinaloa. De ahí en fuera, el 2021 carecerá de nuevas obras que hagan más dinámico nuestro estado. Incluso, a manera de ocurrencia, pareciera que más bien se va a rifar Teacapán en una de las dinámicas presidenciales.
Por tal motivo, el arranque del tercer año de gobierno del Presidente López Obrador se antoja agridulce y dudaría que no está yendo a toda madre. Positivo el auténtico interés de beneficiar a los de abajo. Aunque opino que es insuficiente todo el dinero que pudiera apostarle, además de que en los hechos la población apenas alcanza un 30% de los sinaloenses, sí va bien la ampliación de los programas sociales que llegan directamente.
Aunque también eso significa que los demás proyectos de beneficio local dejaron de existir para el Gobierno Federal, pues se despoja de gran presupuesto a municipios y estados, con tal de redireccionar recursos para los proyectos nacionales como el Aeropuerto, el Tren y la Refinería. Redes a 2 años de iniciada la 4T, ¿Le ha ido a Sinaloa a toda madre?
Recién arrancado el actual sexenio, el Presidente López Obrador visitó Sinaloa como una de las primeras entidades que recorría ya en funciones.
El Gobernador Quirino Ordaz lo sintió como un respaldo para Sinaloa y alzó uno de los vítores más recordados de su administración: ¡Con AMLO nos va a ir a toda madre!
Prácticamente han pasado dos años desde entonces y vale la pena preguntarnos si solo fue una expresión más o, si en los hechos, la Cuarta Transformación le está haciendo justicia a los sinaloenses.
Algunos de los puntos positivos está la ampliación de la cantidad de beneficiarios de los programas sociales, quienes pasan de cerca de medio millón de sinaloenses quienes ya recibían algún tipo de apoyo, se dio un salto hasta los 829 mil 084 que se les garantiza al menos uno de los programas sociales del gobierno a los que tienen derecho como está plasmado en la Constitución. Así, se llega directamente a las personas mediante transferencias como las becas Benito Juárez, Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrando Vida, apoyos para personas con discapacidad, además del ya conocido y justo programa de apoyo al adulto mayor. Según el propio gobierno, esto contribuye a que el total de dinero ahora llegue directamente, “sin intermediarios”.
Respecto al dinero que va a llegar al Gobierno del Estado de Sinaloa para programas específicos que benefician a la sociedad en su conjunto, la situación es totalmente diferente. Según lo aprobado para el ejercicio del 2021, el presupuesto se desplomó en más de un 7%, lo que significan recortes de casi dos mil millones de pesos menos. De tener casi 50 mil millones de pesos de presupuesto, se cayó a cerca de 47 mil millones de pesos.
Por tal razón, el propio Gobernador ha dicho públicamente que “no hay lana”. Incluso, afirma que no tienen dinero para pagar la luz de algunos municipios y que vienen serios problemas para las policías que hasta sin equipo táctico podrán quedarse.
Lo anterior va en línea con lo que Juan Alfonso Mejía, Secretario de Educación Pública y Cultura de Sinaloa, ha dicho una y otra vez: el fin de las escuelas de tiempo completo depende del presupuesto federal y con el recorte miles de niños quedarán desamparados de la que era la única comida del día completa que tenían. Sumado a lo anterior, la organización Save the Children está señalando que también están derrumbando la infraestructura ya hecha de comedores comunitarios, pues decenas cerrarán sus puertas y apenas un puñado seguirán operando para beneficio de las familias del campo.
Estos son apenas algunos de los recortes previsibles para el 2021, pero si agregamos el cierre total del programa de Estancias Infantiles, hablamos que la niñez se le golpeó en programas ya estructurados.
Si nos trasladamos a seguridad pública, debe notarse que las cosas siguen empeorando. El tema de Ovidio Guzmán y aquel jueves negro del 2019 es apenas la punta del iceberg. En nuestras comunidades, se cuentan por miles los desplazados por pistoleros que lo mismo violan niñas, queman domicilios y matan hombres inocentes. Es verdad que la Guardia Nacional está haciendo un esfuerzo heroico por tener presencia más allá de la zona urbana de Culiacán, pero a falta de estrategia, cuando logran inhabilitar algún narcolaboratorio o aprehender unos cuantos delincuentes, decenas más son reclutados.
En términos de nueva infraestructura, el único rubro que mantendrá su construcción serán algunas de las carreteras y el presupuesto para, por fin, concluir la carretera que conectará a Sinaloa con Chihuahua vía Badiraguato – Parral. Así mismo, el interés de que se cristalice y finalice la Presa Santa María en el sur de Sinaloa. De ahí en fuera, el 2021 carecerá de nuevas obras que hagan más dinámico nuestro estado. Incluso, a manera de ocurrencia, pareciera que más bien se va a rifar Teacapán en una de las dinámicas presidenciales.
Por tal motivo, el arranque del tercer año de gobierno del Presidente López Obrador se antoja agridulce y dudaría que no está yendo a toda madre. Positivo el auténtico interés de beneficiar a los de abajo. Aunque opino que es insuficiente todo el dinero que pudiera apostarle, además de que en los hechos la población apenas alcanza un 30% de los sinaloenses, sí va bien la ampliación de los programas sociales que llegan directamente.
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