En busca de la candidatura perdida

Previendo que no sería el elegido por el Revolucionario Institucional, Sergio Torres Félix se asumió como el alfil del proyecto político Al Cien y en Movimiento.

Aplicando el criterio popular que dicta: “Más vale ser cabeza de ratón que cola de león”, Sergio Torres Félix se distanció del PRI, dimitió a su cargo público y se asumió como el próximo candidato a gobernador de Sinaloa por Movimiento Ciudadano, inaugurando con ello el proyecto llamado “Al Cien y en Movimiento” y, asimismo, dando inicio formalmente a la ya muy recurrente “temporada de chapulines”. 

Previniendo que, por enésima ocasión, él no sería elegido para abanderar la candidatura del Revolucionario Institucional a la gubernatura de Sinaloa, Sergio Torres Félix buscó el cobijo de un partido que ciertamente  ha encontrado eco a nivel regional e incluso nacional, pero que al menos en el ámbito local de Sinaloa, todavía no figura. Pues no gobierna ningún municipio y ni siquiera tiene a un representante en el Congreso local. 

Esgrimiendo desacuerdos con las que consideró tibias posturas de su otrora dirigente estatal, con las ideas y estrategias del PRI, Torres Félix echó por la borda los muchos años de militancia en el Revolucionario Institucional, el mismo partido que le permitió ser regidor, integrante del Congreso local y de la Unión, alcalde y titular de una secretaría.

Sergio Torres comenzó a mover sus piezas, su capital político y sus recursos, para cristalizar un derecho constitucional en el verano próximo: el de ser votado. Pero en esa búsqueda personal también es conveniente decir que dejó varados, en plena crisis, a un sector de por sí ya muy paliado, el de los pescadores. 

Esto último se suma a una retahíla de controversias que ha tenido a lo largo de su carrera política, sobre todo en los últimos años, por ejemplo la enorme deuda que dejó en el Ayuntamiento de Culiacán, las obras como el par vial, los morrines y los arbolitos de Navidad que costaron, juntos, cientos de miles de pesos. Con un discurso reivindicativo con sesgos de confrontación hacia su anterior partido, Torres Félix es hoy, de facto, el primer candidato a la gubernatura de Sinaloa.

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