Año con año el Presupuesto Federal se vuelve un curioso espectáculo en el que la oposición señala que el dinero no alcanza y el gobierno en turno sostiene que las cosas están bajo control. Esto se debe a que toda política pública que conciba el gobernante debe ser acompañado de presupuesto para su ejecución. De otra manera, se vuelven puros discursos vacíos.
De tal suerte que es en el marco de la aprobación del presupuesto en la Cámara de Diputados en donde se avalan o desacreditan los esfuerzos de la administración por cambiar la dinámica de vida de los ciudadanos.
Para variar, la llegada de la 4T ha hecho más que se polarice aún más que antes al tener una oposición visceral, un grupo gobernante que disfruta señalar como revancha del pasado y actores de la iniciativa privada que, como no se veía en décadas, están opinando sobre qué se debe o no hacer con respecto al presupuesto del año entrante.
Aún más importante que lo anterior, por la dimensión misma del problema, tenemos grandes factores externos que volvieron aún más complicado el ambiente. En medio de la Pandemia y sus lamentables 100 mil muertos y sumando, a la crisis económica que generaron las políticas del actual gobierno, exacerbadas por el propio confinamiento al que obligó el Coronavirus, así como las enormes diferencias políticas entre los distintos actores de la vida pública del país.
En resumen, fuimos testigos testigos del circo que se volvió la aprobación del Presupuesto y con muchas lecturas que afectan a nuestro país. Aquí hago algunos apuntes:
- En términos generales, el dinero en el 2021 aumenta la cantidad que gastará, pues pasa de 6.1 billones de pesos, que está ejerciendo durante el 2020, a 6.3 billones de pesos, que gastará el año entrante. Por tal razón, se presume un aumento que nace a un aumento en la recaudación que encabeza el SAT y hasta algunos elementos de rendimientos que el Banco de México entregará al Gobierno Mexicano en rendimientos por sus inversiones.
- De la mano de los gobernadores de la Alianza Federalista, denunciaron que el Presupuesto tiene recortes millonarios para los proyectos locales. Sin embargo, no solo ellos fueron afectados por millones de pesos menos. Para muestra, a la Ciudad de México se le redujo el presupuesto 6 mil millones de pesos menos, un 9.1% inferior al 2020, mientras que la entidad que más perdió fue Nayarit, que se le redujo su presupuesto por encima del 10%. Si se hace una suma de todo lo que se les está quitando a los estados de todo país y a los municipios que también van a sufrir de la austeridad, la suma asciende a 182 mil millones de pesos.
- Los que no se vieron sacrificados ni tantito son los mega proyectos como el Tren Maya, la Refinería en Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucía. Con información del propio documento aprobado la semana pasada del Presupuesto de Egresos 2021, solo el Tren Maya tiene una inversión que se acerca a los 35 mil millones de pesos, si le agregamos que la Refinería está costando hasta 2 veces más de lo que inicialmente estaba costando, hablamos que la suma de estos dos mega proyectos equipara a lo recortado a los Estados.
- También se hizo el esfuerzo de mantener los programas de apoyo social, como lo son las becas, el apoyo al adulto mayor y se le recortó a Jóvenes Construyendo el Futuro y a Sembrando Vida, pero en función de sus resultados, no de revanchismo político. Aquí se debe reconocer que sí se tomaron medidas para lo que socialmente a las personas le beneficia, desde la perspectiva federal.
- El gasto en salud para el 2021 no aumenta sustancialmente. De hecho, según analiza El Financiero, la supervisión epidemiológica para el 2021 apenas representará el 0.01% del gasto total. Para darnos una idea, el dinero que se regalará a los adultos mayores será de 2.1% del presupuesto. Incluso, entre todas las dependencias de Salud, el gasto aumentó de 128 mil millones de este año a 145 mil millones, un incremento de poco más del 10%. Está bien, pero si lo ponemos en contra parte con la Secretaría de la Defensa Nacional, vemos que su presupuesto pasó de 94 mil millones de pesos a 114 mil millones para el año entrante, un aumento de casi un 20%.
Estos, entre otros puntos, son los que hicieron político el proyecto de egresos de la Federación para el año entrante. Sí creo que el Presidente debió de bajarle de intensidad a sus proyectos pues los Estados y Municipios tendrán un recorte histórico en rubros sensibles como lo son la seguridad y proyectos de mejora a la infraestructura urbana. No creo que exista justificación de tener un Tren, un Aeropuerto y hasta una Refinería que están entredicho, con poco rendimiento a mediano y largo plazo, mientras al mismo tiempo tenemos policías municipales que no tienen equipamiento, vialidades que harían más eficiente a un estado y logísticamente más preparado, entre otros temas de los cuales duele la población.
Ese reclamo de la Alianza Federalista, así como de los gobernadores que no se atrevierno a alzar la voz, pesará al momento de administrar al país durante el 2021. Para concluir, hasta el tema de salud pudo recibir un empujón mucho más decidido, pues las compras de la vacuna para cada mexicano costarán bastante, pues si el precio se estima en unos 900 pesos por persona, si multiplicamos por mínimamente 100 millones de mexicanos, obtendremos que se requieren 90,000,000,000, casi el presupuesto completo de todas las dependencias de Salud. El aumento real apenas fue de 20,000,000. Insuficiente. Pero bueno, ya vamos viendo cuáles proyectos son los prioritarios. Además, este apenas es un análisis por encimita. Cuando se adentra uno, aún más paradójico se pone.