Entre las vacas, el maíz y el monte trabaja Prisciliano, adolescente de 16 años que es oriundo de campo Canal, Villa Juárez, Navolato.
Su jornada comienza a las seis de la mañana, cuando saca el ganado para ordeñarlo, luego lo lleva a comer, los saca a pastorear, les da agua y los regresa a su corral. Después de que termina su jornada, se va a la parcela a limpiarlas, corta el sorgo bajo los fuertes rayos del sol. Es delgado, pero muy trabajador, se cubre del sol con su cachucha y su camisa manga larga.
“Tengo puercos también, acarreo el desperdicio, voy a los campos, todos los días hago eso, nomas los domingos no, porque los domingos descanso” dice entre risas.
De lunes a sábado, a Prisciliano se le puede ver trabajando, tiene ocho hermanos y es el “del medio”, hace sus tareas en su ratos libres, no tiene acceso a internet, así que le pide ayuda a sus vecinos para enviarle sus tareas al profesor y le ponga asistencia en clase.
Prisciliano estudia en el Cobaes 63, perteneciente al municipio de Navolato, es un chico agradable, se describe como una persona tranquila que no le gusta meterse en problemas.
“Aquí me la paso, entre el campo y la casa. No tengo internet, hago los trabajos y se los envío a los profesores”.
Tiene fe en terminar el bachillerato, y aunque aún no sabe qué carrera le gustaría estudiar, cada día pone todo su esfuerzo para salir adelante, realizar su trabajo y cumplir con sus tareas escolares, para un día dejar los surcos y poner su propio negocio.