El aspirante a candidato por Morena a la gubernatura de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, es acusado ante el Presidente de México de intentar dañar a los mineros de la mina San Rafael por supuestos intereses propios
(Ciudad de México, 2 de diciembre 2020).- El Senador por Sinaloa y aspirante a la candidatura por el partido Morena a la gubernatura en las elecciones del 2021, Rubén Rocha Moya, fue acusado de pertenecer a un grupo de poder que impide las mejoras salariales y laborales de los trabajadores de la mina San Rafael en Cosalá, Sinaloa.
Esta mañana durante la conferencia de prensa mañanera del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, le fueron presentadas pruebas y un llamado de ayuda por parte de los mineros de Cosalá, luego de que la mina San Rafael está cerrada desde el mes de enero por una disputa sindical.
Ante estos hechos el Presidente reconoció que sí está enterado del tema, pero pensaba que ya estaba resuelto y de inmediato solicitó a la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, iniciar pláticas con el Sindicato Minero, los trabajadores de Cosalá y la empresa Canadiense Americas Gold & Silver, encargada de explotar la mina San Rafael.
Esta mina cuenta con cerca de 300 trabajadores y más de 327 familias dependen de las fuentes de empleos que de ella emanan y es este grupo de trabajadores junto con sus líderes, quienes acusan al senador Rubén Rocha Moya ante el presidente de México de formar parte de un grupo de poder con intereses en contra del de los trabajadores de la mina.
Los mineros aseguran que no tienen ningún tipo de seguridad médica, reciben salarios de 250 pesos por jornadas de 12 horas de trabajo; además de que la empresa canadiense está acusada ante las autoridades mexicanas de contaminar el medio ambiente cercano a la mina y de evadir impuestos al no informar con claridad la cantidad de minerales que saca de ella.
Los mineros aseguran que los que impiden las negociaciones entre la empresa y el sindicato es un grupo de poder en el que destacan los nombres del senador Rubén Rocha Moya, el ex subsecretario Ricardo Peralta; Carlos Pavón Campos, diputado del PRI y el líder sindical de la CTM, el sonorense Javier Villarreal, que tienen algún tipo de interés oscuro y en el que se pretende perjudicar a los mineros.
Como parte de las pruebas se mostró una fotografía de un video tomado el 6 de noviembre en el restaurante del Hotel Lucerna, en la que se muestra al senador Rubén Rocha Moya y al ex subsecretario Ricardo Peralta en la que estarían hablando del tema de la mina San Rafael.
Líderes del gremio minero de Cosalá aseguraron que fue después de esta reunión entre Rocha Moya y Peralta, que el ex subsecretario les comentó que no continuaran con sus solicitudes de mejoras y que él junto con el equipo de abogados negociarían con la empresa Americans Gold & Silver, pero las respuestas favorables siguen sin llegar.
Tras escuchar la solicitud de ayuda de los mineros de Cosalá enviada por medio del periodista Urbano Barrera del periódico Ovaciones, el presidente López Obrador se mostró sorprendido porque pensaba que ya que estaba resuelto el problema el informó que será Luisa María Alcalde la encargada de ver el tema.
“Vamos a pedirle a Luisa María Alcalde que vea el tema, si me lo presentaron los mineros y gente de Cosalá, cuando estuve en Tamazula, Durango, que está relativamente cerca (de Cosalá) y se va a ver. Yo pensaba que ya se había resuelto, pero vamos a revisarlo.
“Es un asunto que tiene que ver con diferencia sindicales, hay que buscar ahí la conciliación. Lo vamos a hacer para que les comentes a los trabajadores que va a atenderlo la subsecretaria del trabajo. Napoleón Sánchez Urrutia tiene Covid y espero que salga bien, como a todos los que se enferman de esta terrible pandemia, pero si lo vamos a ver”, aseguró Andrés Manuel López Obrador.
Cosalá se encuentra a la entrada de lo que es el llamado Triángulo Dorado, que es la zona de mayor producción de cocaína, marihuana y otras drogas que comercializa en su mayoría el Cártel de Sinaloa y los mineros quieren mantener su trabajo para no verse en la disyuntiva de tener que trabajar con los grupos delincuenciales.