Culiacán, Sin.- Alrededor de 90 niños toman clases desde ayer, en una escuela ubicada en la colonia Ampliación Bicentenario, habilitada por “Los Chapitos”, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán.
En esta colonia, una de las más marginadas de Culiacán, los hijos del capo sinaloense, imponen la marca de su padre “JGL”, que desde hace meses ha llegado en forma de tortas, despensas, y hasta en los “Chapobilletes”.
Escuela de “Los Chapitos” en la ampliación Bicentenario
Hoy este símbolo también enmarca la puerta de la escuela, así como la de las cajas que recibieron las maestras dónde venían las computadoras.
Las maestras revelaron que fueron donadas pantallas, equipo de cómputo, servicio de internet, bancas, mesas, y uniformes, y hasta zapatos para los niños.
Los padres se emocionan y hasta han llevado a inscribir a sus hijos. “Nada más que vengan y que nos den la talla, porque ellos(los que construyeron la escuela),quieren que todos traigan uniforme” dice Esmeralda, una de las maestras de apoyo.
A ellos no les importa de dónde venga el dinero, solo quieren apoyo, ya que al ser una invasión los “privan” de muchas cosas, no tienen apoyos ni ayuda, ya que están en predio irregular.
Anteriormente ya habían ido a solicitar apoyo al gobierno,apoyo que nunca llegó y fueron “Los Chapitos” quienes sí acudieron al llamado.
“Se había hecho una petición, pero como ahorita todos los recursos se estaban yendo a lo del Covid, estábamos batallando había la intención del Gobierno de apoyar, pero la verdad no se había dado porque no había recursos, también se había hecho una petición a la sociedad, pero ahorita todos están enfocados en lo de la pandemia y qué bueno, pero aquí en lo de la escuela nadie había podido apoyar se habían hecho varias peticiones,de que estaban batallando para estudiar, estudiaban en una pequeña parte pero no se daba el alcance».
Los niños que acuden a tomar sus clases, ninguno tenía acceso a internet, mucho menos computadora o teléfono o alguna otra herramienta para tomar las clases a distancia.
La escuela cuenta con baño, una techumbre, televisión, pizarrón, además a los niños se les da un refrigerio, y a través de mensajes las maestras comunican lo que les hace falta.
“Ellos me dijeron en el último mensaje que recibí que le echáramos ganas, que no me preocupara que nos iban a seguir apoyando de una u otra forma y qué les puedo decir estamos muy agradecidos… ahora iban a traer unas tablets porque como no basta con las pantallas, van q traer una tablet para ponerlas por mesa”.