El tamaño de Sinaloa y su gente

Los sinaloenses sabemos que nuestra tierra es fértil, transmitimos energía y nos caracteriza siempre ser alegres. En otras partes de la República les es fácil identificamos porque algo tenemos que nuestra chispa se distingue o de inmediato hacemos referencias a “nuestro rancho”. No cabe dudas que nuestra gente se distingue por ser auténtica y por tal motivo en nuestro ánimo está el ser “echados para adelante”.

Esa imagen no es gratuita, es la prueba misma de lo mucho que hemos vivido. Para prueba, están los desastres naturales. Cuando en 2011 llegaron unas heladas atípicas que destruyeron todos los cultivas de nuestra entidad, el entonces Gobernador Mario López Valdez le pidió al en ese momento Presidente Felipe Calderón que facilitara la entrega de apoyos mediante el Fonden y mandara de manera permanente a Heriberto Félix Guerra a supervisar y que si lo hacía, iría a bailar hasta Los Pinos.

La expresión quedó grabada para el anecdotario, pero justamente esa manera de ser es lo que meses atrás le hizo ganar la candidatura contra el priismo de Vizcarra. Las personas mostraron más apoyo con el bailador que era empresario.
Todavía en ese mismo sexenio llegó el Huracán Manuel, el cual inundó gran parte de la ciudad y despojó de sus viviendas a miles de sinaloenses. No se hicieron esperar las muestras de apoyo y si 100 perdieron sus viviendas, 1000 salieron a mostrar su solidaridad y con palas, bolsas, donando alguna despensa y hasta muebles es que sacaron adelante a estas personas para que volvieran a empezar.

En algunos lados hasta se jalaron con la banda para hacer más amena la tarea de limpiar.
Pero si somos un estado lleno de muestras empatía y simpatía, también somos un ejemplo de productividad en materia agroalimentaria. Sinaloa lo llaman el granero de México. Esto debido a que aquí se generan cerca del 30% de los productos del campo de nuestro país, con apenas un 3% del territorio nacional y misma proporción de población.

También somos el país que más moluscos produce en todo el noroeste, nuestra infraestructura para consumo propio y exportar camarones es ejemplo nacional y hasta internacional. En una combinación de cosas, lo anterior también ayuda a tener unas de las gastronomías más frescas de toda la República. Prácticamente se está cosechando cuando te sirven en la mesa tu platillo, con queso recién hecho y algún producto animal que a menos de unos cuantos kilómetros era alimentado por el propio campo.

Aún en la violencia, también tenemos rasgos distintivos que hacen de nuestra sociedad algo muy especial. Cuando el año pasado, en octubre de 2019, los militares se enfrentaron a sicarios por la captura de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, pasamos uno de los episodios más terroríficos de nuestra historia. Solo en alguna novela o película alcanza a verse la dimensión de lo que vivimos.

Decenas de autos en llamas, balaceras en cada bulevar, gente armada hasta los dientes, bloqueo de todas las vías de comunicación, entre otras escenas dignas de Hollywood. Y aunque eso sucedió y paralizó a la ciudad, rápidamente se formó el colectiva Culiacán Valiente, para salir a las mismas calles que estaban tomadas para recordar que nos pertenecen a los ciudadanos de bien, mandando un mensaje a nuestra gente que somos más los buenos, pero también al país, que necesitaban ver que aquí somos muchos los que queremos que la violencia y el narcotráfico se detenga.

Es cierto que siguen habiendo muchos temas los cuáles encontrarle una solución. Están los desplazados de la sierra de Tepuche y Jesús María, las vialidades que sigue habiendo prepotencia de parte de algunos conductores, el riesgo latente a que te apunten con un arma o que un puntero te confunda, entre otras situaciones de violencia del fuero común y circunstancias económicas y de salud.

Sin embargo, aún con todo eso, las personas que seguiremos dando la cara sabremos encontrar eco en otros ciudadanos que sueñan lo mismo: un Sinaloa en el que se pueda vivir en paz y donde lo único que suene sea la banda tan alegre que la distinguen en cualquier lado del mundo.

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