Gracias al activista y conductor Arturo Islas Allende, al empresario mexicano radicado en Estados Unidos, Mr. Tempo, y a Ernesto Zazueta, Presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), el día de hoy Big Boy comenzará una nueva vida digna, tranquila y saludable.
“Estamos muy emocionados porque este mismo martes 6 de abril llegó Big Boy al Zoo Culiacán en donde le daremos un hogar temporal. Tras un recorrido de 700 kilómetros, trayecto en el que en todo momento el elefante fue monitoreado y cuidado por nuestros expertos, arribó al zoológico en donde le acondicionamos un albergue con todo lo necesario para que permanezca al menos una cuarentena y sea rehabilitado por veterinarios expertos en paquidermos”.
Ernesto Zazueta señaló que varias instituciones de la AZCARM han estado contribuyendo, en la mayor medida posible, para que los pocos animales sobrevivientes de la malograda ley de circos impulsada por el Partido Verde, puedan tener acceso a una vida digna.
“Varios de nuestros zoológicos han rehabilitado, albergado y cuidado a animales de los circos que quedaron en el abandono o que como Big Boy, no les quedó otra a sus dueños, más que encadenarlos y darles lo mínimo posible para sobrevivir”.
Y es que recordó que había alrededor de mil 300 animales silvestres en los circos de toda la República. Pero en el 2015, luego de que entró en vigor la ley del Partido Verde que prohíbo los animales en los circos sin que en ningún momento alguien considerara el destino de todos estos ejemplares, murieron el 80 por ciento de ellos.
Afortunadamente Big Boy es uno de los sobrevivientes y para que viva dignamente y feliz lo que resta de su vida, tiene 40 años y viven alrededor de 80, una vez que acabe la cuarentena será trasladado al que será su nuevo gran hogar.
Se trata de un santuario que se ubica a 20 kilómetros de la Ciudad de Culiacán en la Comunidad de la Campana a una altura de 100 metros sobre el nivel del mar. Altura y clima recomendable para el bienestar de esta especie.
La primera etapa del Santuario tendrá un área de 250 mil metros cuadrados, y el hábitat que se está diseñando solo para Big Boy tendrá una extensión de 25 mil metros.
Ahí el elefante será atendido por un equipo de veterinarios especialista en elefantes y por biólogos para que le hagan enriquecimiento y condicionamiento operante.
Dicho hábitat estará delimitado con fosas para su contención y para que se sienta en un ambiente relajado en todo momento.
El santuario, que estimamos esté totalmente listo en un par de años, está rodeado de cerros para que Big Boy y todos los animales vivan tranquilos alejados del ruido y de la urbanización.