“No sé a qué persona enterré”

Irma dice sentirse engañada, ya que el 13 de junio enterró un cuerpo que le dijeron se trataba de su marido, víctima de Covid.

Pero días después recibió llamadas del Hospital Regional número 1 del IMSS de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, para darle a conocer el estado de salud que guardaba su esposo, asegurando que aún estaba vivo.

“Llaman a mi hijo a mi celular, ama aquí está una trabajadora social del seguro del IMSS, la trabajadora social dijo, buenas tardes, con quién quiera hablar. No pues con la familia de Mario Guzmán Gonzales, porque aquí tengo al paciente, y quiero comunicarles su recuperación. No dijo darlo de baja, ahí estaba aceptando que estaba vivo mi esposo”, expresó.

Por más que suplico para ver el cuerpo de su esposo, no le fue permitido. Ni siquiera la fotografía que tanto pidió para comprobar que era él.

“No nos dejaron ver, sólo nos dijeron de aquí de larga distancia firmen que ahí va el cuerpo, se metió a la carroza y no supimos si era o no”.

La habitante del poblado rural Rosa Morada, del municipio de Navolato, indicó que fueron muchas las irregularidades que sufrió, ya que además en la funeraria le cobró servicio extra por Covid, por lo que exige una prueba de ADN al cuerpo que sepultó.

“Se tenían que pagar 25 mil pesos por el traje que había usado el de la carroza y unos zapatos especiales y unas mascarillas y eso no iba en el paquete, entonces el cuerpo quedó de las dos de la mañana en el Emaus detenido, mientras nosotros conseguíamos el dinero”

Ahora Irma y su hijo viven intranquilos pensando que Mario puede estar vivo y les entregaron un cuerpo equivocado.

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